En la cúpula de La Cámpora ya se están matando por una silla en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad, el organismo encargado de elegir y remover a los jueces porteños, que el año que viene renovará el estamento de la Legislatura.

Eduardo “Wado” de Pedro, Mariano Recalde y Juan Cabandié empujan cada uno a un candidato distinto para la banca de consejero que le corresponde al kirchnerismo, la que actualmente está en manos del presidente del organismo, Juan Manuel Olmos.

Olmos es quien lleva adelante las negociaciones con La Cámpora y si bien parecía haber un acuerdo para nombrar a Mauro Riano, amigo del colegio de Cabandié, los otros popes de la organización creada por Máximo Kirchner están haciendo lo imposible para que ese entendimiento se caiga.

Riano, que es secretario general de la Defensoría General de la Ciudad que encabeza Horacio Corti y apoderado del PJ porteño. Sin embargo, el viceministro de Justicia, Julián Álvarez, -un protegido del influyente Wado de Pedro-, empuja al flamante secretario General de la Inspección General de Justicia, Martín Cormick.

Cormick también contaría con el aval del secretario General de La Cámpora, Andrés "Cuervo" Larroque, con quien estudio junto en el Nacional Buenos Aires.

Por su parte, Recalde, el más comprometido con causas judiciales, empuja a otro funcionario de la Defensoría. Se trata de Roberto Celada, hombre de confianza del titular de Aerolíneas.

Como el nombramiento de los consejeros necesita la aprobación de la Legislatura, los popes de La Cámpora también se pelean por el aval de la interlocutora de la organización en el parlamento porteño, Paula Penacca.